sábado, 31 de julio de 2010

Capitulo 6 - Final

De alguna forma Freeman le contó todo a Myrs.

Miranda se quedo con Mercedes, ella creció y fue feliz a su lado, sin odios ni traumas.

El hermano de Miranda siguió con sus problemas amorosos, pero esa es otra historia.

martes, 13 de julio de 2010

Capitulo 5

Los cadáveres pronto desaparecieron de las calles, las escaleras del edificio, las banquetas...
Miranda se quedó en casa con Mercedes. Su hermano aun tenía problemas con las chicas que
estaban enamoradas de él. Pero esto era de un lado del edificio.

Del otro lado, el Sr. Myrs había destrozado la puerta de la tienda de pianos y se encontraba discutiendo
a viva voz con el Sr. Freeman.

-Estoy harto de sus pianos. Le he advertido demasiado y no he recibido cambio ni respuesta.
-No cambiaré nada de lo que hago.
-¿Porqué no?
-No es de tu incumbencia.

Freeman no cambiaria nada por que hace años, la tienda pertenecía a su esposa. Ella siempre atendía a todos con amabilidad y paciencia. Pero ella murió. Y todo lo que le quedaba de ella eran los pianos.
Y prometió que no dejaría de tocar esos pianos hasta el día de su muerte.

Al parecer eso sería pronto

domingo, 20 de junio de 2010

Capítulo 4

El padre de Miranda habia salido con el gobernador para hacer algo con los cadáveres que
parecian haber llovido.

Mientras tanto, del otro lado del edificio, Freeman tocaba el piano. Pero el hombre que vivía debajo de él
le hartó esta situación. Le amenazó.

Le mandaba libros con dibujos pidiendole que dejara de tocar, o tendría que matarlo.
Freeman simplemente tiraba a la basura todos los libros.

Después de 3 semanas de ignorar los libros, le llegó  otro solo con el texto: "Si dejas de tocar el piano,
te dejaré decorar el siguiente"

Freeman volvió a ignorar esto y tocó como siempre.

Alguien llamó a su puerta. Ese alguien era el señor Myrs. La persona que vivia debajo de la tienda de pianos.

Myrs es bien reconocido en la ciudad por su juventud: el asesino más buscado.

Sin embargo, sus crímenes fueron disminuyendo al paso de los años,
ya que tenía una enfermedad que evitaba el libre movimieto de sus músculos.

Myrs ya era viejo. Pero tenia todas las armas que habia juntado gracias a su profesión.

Freeman le miró friamente y le cerró la puerta.

Pero Myrs estaba harto de sus pianos.

En ese momento, Miranda escribía en su blog que adoptaba a la bebé con la siguiente frase:
"Te quiero mi pequeña Mercedes"

Y en ese momento, alguien desde la calle sonrié al apartarse el cigarro de sus labios.

jueves, 17 de junio de 2010

Capítulo 3

Llegó también otra chica, todo lo contrario a la primera que Miranda habia visto.

La primera era delgada, con ojos oscuros, cabello claro y piel blanca. Esta otra chica
era morena, con muy buen cuerpo, de ojos verdes y cabello muy negro.

Su hermano y ambas chicas reaparecieron en un café. Las chicas lucían sus mejores vestidos
(bastante parecidos por cierto): La chica morena con un vestido de rayitas grises que cambiaba de
color a azules.

Un tanto dramático episodio de pelea entre ambas chicas, el hermano de Miranda solo queda más confundido.

Miranda, mientras tanto, se habia dormido a un lado de la bebe. Cuando despertó, vió que la tormenta de su
sueño era real. Vió que de las escaleras caían cadáveres hasta el piso. Una visión realmente horrorosa pero
a Miranda no le importó.

Sólo tomó a la bebe en los brazos y se alejó de la ventana.

martes, 8 de junio de 2010

Capítulo 2

Miranda sabía que el señor Freeman tenía la maletita.

Bajó hasta la recepción del edificio y paso a la segunda torre del edificio para
subir hasta el penthouse donde vivía Freeman.

Morgan Freeman era un hombre de edad ya avanzada y su penthouse era una tienda
de pianos.
Tocaba día tras día.
A veces la misma canción.
A veces tocaba todas las canciones que sabía.

Pero Miranda no sabía esto. Y no lo descubriría hoy.
Estando a unos cuantos pisos de llegar al penthouse, se encontró con Freeman
quien tenía unas bolsas en la mano y colgada la maletita de la niña.

Freeman sabía que ella buscaba esa maleta rosa y blanca que había tenido todo el día
y se la entregó sin decir una palabra.

Ella, sin embargo, no notó nada extraño en esto y se regresó corriendo a su casa,
donde su hermano y su tía lo esperaban. Pero de regreso se encontró con una mujer
de la misma edad de su hermano mayor.

Esa chica está enamorada de su hermano.
Y ha venido a visitarlo.

lunes, 7 de junio de 2010

Capítulo 1

Miranda estaba mirando por la ventana mientras su hermano discutía con su tía
por cuestiones que no comprendía la chica de 17 años que tenía la vista fija
en un par de mariposas que revoloteaban a poca distancia de ella. De repente la noche
cayo con su manto claro de día y escuchó un sonido poco familiar que venía de las escaleras
del edificio de donde vivian.

Un piso bastante elevado era en el que vivian ellos. Y las escaleras como en todos los
edificios estaban, por lo menos, a unos cinco o seis pasos de distancia alejados de la pared.
Pero a Miranda no le importó. Saltó hacia las escaleras y observó las plantas que desde siempre
habían estado ahi.

Pero había algo diferente. Estaba un columpio para niños pequeños colgado y una carta
cerca de las plantas.Y en el columpio había una bebé.

Su hermano y su tía se asomaron por la ventana y vieron a Miranda con la bebé en los brazos.
Le ayudaron a cargar a la bebé y mientras estiraba la pierna para entrar por la ventana de nuevo
a la habitación.

Miranda supo que hacía falta una maletita con cosas de la niña. Decidió buscarlas.

Su tía y su hermano se quedaron cuidando de la niña y Miranda fue al otro lado del edificio.

jueves, 3 de junio de 2010

Prólogo

Pues esto aquí presente
es el resultado de unas tres o cuatro horas de sueño
en las cuales, al parecer, descansé mejor que en toda
la noche.

Al menos la mayor parte de lo que escriba
será basado en este sueño, por lo que los nombres,
descripciones, acciones, etc. pueden ser relacionados
a alguno real. O no.

Con esto os dejo con la más sincera de las disculpas.
Al parecer he estado dormitando mucho por lo que las
palabras no me son del todo coherentes.

Sí, intentaré hacer un primer capítulo.
Mas os advierto, dormida no soy la mejor escritora.